Tuesday, 13 December 2016

Efectos neurologicos







La neurología es otro campo que ofrece una percepción muy útil en el problema de la discontinuidad, mostrando que la televisión es en realidad una droga.  Wes Moore, un científico americano, ha publicado un estudio en el Journal of Cognitive Liberties[1] en el que analiza el impacto de la televisión sobre el cerebro. Ver la tele hace la actividad del cerebro cambiar del hemisferio izquierdo al hemisferio derecho. Este cambio libera un flujo de opiáceos naturales  responsables para la formación de costumbres. Además, la parte derecha del cerebro no procesa información, sino es responsable para respuestas más bien emocionales que racionales. La televisión hace también que el cerebro entre en una condición “alpha” ultra receptiva y desconcentrada, que es característica de los estadios de hipnosis o de meditación. Esto significa que la televisión tiene el efecto de una droga, la única diferencia siendo que el contenido de la televisión puede ser controlado. Solamente este hecho debería ser suficiente para catalogar la televisión como una de las mas peligrosas drogas del mundo.
Otro estudio hecho por Dimitri Christakis en 2011[2] se focaliza en los efectos neurológicos sobre los niños. Los niños son las victimas por definición de la televisión. Un niñito que crece con la tele va a tener su cerebro adaptado al tipo de ambiente simbólico que ha absorbido. Pero lo que más molesta es que la tele sobre-estimula el cerebro con la sucesión súper rápida de imágenes. Los niños que crecen con la tele pueden desarrollar problemas graves de concentración. Es un problema muy delicado porque la concentración es el primer requisito para el desarrollo de la inteligencia. Si uno no se puede concentrar, no puede sostener un proceso coherente de aprendizaje. Si la mayoría de los padres permiten a sus niños ver la tele con regularidad, ellos contribuyen a la creación de una sociedad en la cual las personas con una capacidad reducida de concentración son la norma. Este tipo de personas pueden ser fácilmente manipuladas.


[1] Wes Moore. Television: Opiate of the Masses. The Journal of Cognitive Liberties, http://www.cognitiveliberty.org/5jcl/5JCL59.htm, 2001
[2] Dimitri Christakis. Media and Children. YouTube, https://www.youtube.com/watch?v=BoT7qH_uVNo. TED. 2011. Lecture.